José Falconi facilitó este Tour para sus estudiantes de la Universidad de Connecticut con el breve texto de Jorge Luis Borges, "Los dos reyes y los dos laberintos". Entre los invitados se encontraba Tur Woods, actor y desarrollador de teatro para jóvenes en Boston, y Francisco Álvarez, economista del Programa de Maestría de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Este semestre tuve la maravillosa oportunidad de tomar el curso “La imagen como testigo” del profesor Falconi en la Universidad de Connecticut. Este curso tuvo como objetivo comprender el papel del testimonio en relación con el activismo de derechos humanos, prestando especial atención a las capacidades únicas de las imágenes y el texto. Como despedida final del curso, nuestra clase hizo un viaje al Museo de Arte de Harvard para explorar una exposición. Mientras estuvimos allí, pudimos experimentar un nuevo programa titulado “The Amoeba Tour”. Al ingresar a las exhibiciones, primero nos encargaron leer en voz alta “Los dos reyes y los dos laberintos” del escritor argentino Jorge Luis Borges. Una vez completada la lectura, cada miembro del recorrido tuvo que hacer una pregunta persistente sobre el texto. Aunque esto me pareció intimidante, me sorprendió la naturaleza de las preguntas que se hacían. Si bien algunas eran complejas, muchas preguntas tenían como objetivo recopilar más información para construir las imágenes a medida que leíamos. Esto demuestra cuán integrales son las imágenes para el texto y viceversa; Para comprender completamente el texto, nos gusta poder visualizar claramente la imagen. A partir de ahí, a todos nos dieron cinco minutos para explorar la exposición y encontrar una obra de arte que se conectara con el cuento.
Al final del tiempo, cada uno de nosotros nos turnábamos para presentar las obras de arte que habíamos elegido. El proceso de selección fue estimulante y estresante, lo que nos llevó a releer la historia varias veces mientras buscábamos piezas que encajaran. Llegué a una pieza titulada “El fin del mundo” de David Alfaro Siqueiros. La imagen muestra un mundo en completas ruinas con un hombre pequeño aún sobreviviendo. Aunque todos los demás aspectos de la pintura tienen textura y son relativamente realistas, el hombre es bidimensional y caricaturesco. Lo que más me llamó la atención de este cuadro fue su título. Siempre he imaginado el fin del mundo como el fin de todos de nosotros, por lo que la elección deliberada de designar un espacio para un sobreviviente dentro de la imagen me sorprendió. Me recordó la cita de la lectura: "Gloria al que no muere".
Una vez transcurridos los cinco minutos, cada persona se convirtió en guía turístico de la pieza elegida. Cada uno de nosotros explicó qué mostraba la obra de arte y cuál percibíamos como su relación con el texto. Esto requirió una curva de aprendizaje para cada presentador, ya que cada uno de nosotros tuvimos el desafío de establecer paralelos directos y recitar partes del texto. Mis compañeros y yo habíamos elegido pinturas diferentes, lo que permitió agregar una nueva perspectiva a través de múltiples obras de arte diferentes. Esta fue una manera realmente interesante y satisfactoria de explorar una exhibición de museo. Los museos a menudo se sienten muy intimidantes y difíciles de interpretar las obras de arte correctamente; sin embargo, la comprensión básica del cuento permite que todos los participantes comiencen en el mismo nivel. A partir de ahí, pudimos asumir el papel de artista y cocreador de significado al dirigir las giras nosotros mismos.
Después de que terminaron nuestros recorridos, me sentí más conectado personalmente con las obras de arte que si las hubiera experimentado de una manera tradicional. Volviendo a nuestro curso, encontré que la gira de Amoeba era una demostración interesante de la alianza entre texto e imágenes. Para elegir un cuadro, primero era necesario entender la historia que nos habían contado. Sin embargo, para hacer coincidir el texto con una imagen, debemos comprender las formas en que las pinturas captan nuestra atención y por qué. La gira Amoeba es una forma increíble y revolucionaria de crear diálogo y resaltar la capacidad que todos tenemos de co-crear significado. Recomendaría esta experiencia y estoy emocionado de verla implementada en museos de todo el estado.
*2023-2024 Becario de investigación de pregrado de la UCHI, Mentor de Piso para la Comunidad de Aprendizaje sobre Derechos Humanos y Acciones